Una residencia de personas mayores o residencia de ancianos es una institución (en ocasiones administrada como centro gerontológico, también llamada Residencia geriátrica o permanente, en ocasiones como casa particular con o sin servicios médicos adicionales,) en el que viven temporal o permanentemente personas mayores en la mayoría de los casos con determinado grado de dependencia. En las residencias se ofrecen servicios de desarrollo personal y atención sociosanitaria. En los casos en los que incluye servicios gerontológicos, se trata de un equipo de profesionales adecuados con formación gerontológica específica, con formación en diferentes especialidades.
Servicios ofrecidos
La variedad, y la intensidad en la prestación de servicios puede ser muy variable. Normalmente existen unos servicios mínimos regulados por ley que suelen incluir la manutención, estimulación de capacidades funcionales, dinamización sociocultural, atención sanitaria, ayuda a la integración social y terapia ocupacional. Además de lo anterior, se suelen ofrecer también un servicio médico, enfermería, atención psicológica lavandería, acogida y convivencia, soporte familiar, transporte y administración de fármacos. Es muy importante de cara a elegir un centro de mayores el asegurarse de que el personal está cualificado y preparado para tratar y cuidar a residentes con cualquier tipo de demencia. De cara a una digna estancia en las residencias, es fundamental que sean -o tengan previsto ser- centros acreditados como "Centros libres de sujeciones", y así se evita que el residente con deterioro cognitivo pueda ser maniatado o sujetado para contenerle y tranquilizarle; en esta línea, evitar el uso de fármacos que buscan este resultado también es algo a tener en cuenta a la hora de elegir un centro de este tipo.
Motivos de ingreso
Los motivos más comunes por los que los mayores van a vivir a una residencia:2
- por necesidad de compañía
- motivos de salud (deterioro de salud, disminución de autonomía personal)
- por no poder valerse por sí mismo/a
- por no molestar a la familia.
A la hora de ingresar en la residencia, tiene más importancia evitar la soledad para las personas de mayor edad (85 años y más). La salud, sin embargo, es más importante entre las mujeres, sobre todo las menores de 85 años, mientras que los motivos familiares cobran importancia a mayor edad del residente. Entre las personas que están en la residencia sólo temporalmente, los motivos familiares, especialmente los de salud, cobran mayor importancia.
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